Un estudio piloto relaciona el consumo de miel polifloral con mejoras en el estado de ánimo y la calidad del sueño en adultos jóvenes.

La miel no solo calma la garganta: también podría calmar la mente. Un ensayo realizado en Corea del Sur encontró que personas que consumieron 10 gramos diarios de miel polifloral durante cuatro semanas mostraron reducciones significativas en los niveles de cortisol, la hormona del estrés. Además, reportaron una mejora del 25% en la calidad del sueño y el ánimo general. Los investigadores creen que el efecto proviene de la combinación de micronutrientes, enzimas y azúcares naturales que regulan el sistema nervioso central. “La miel tiene un efecto ansiolítico sutil, pero constante”, afirmó la neurocientífica Yoon Hee.